¿Es el colchón de espuma viscoelástica bueno para las personas mayores?
Adquirir un colchón que le brinde apoyo, alivio y promueva un sueño reparador está en la lista de deseos de todos. Sin embargo, encontrar el colchón perfecto es especialmente importante para las personas mayores de 65 años. A medida que envejecemos, tenemos necesidades diferentes en lo que respecta al sueño. Encontrar el colchón adecuado puede marcar la diferencia en cómo duermes y cómo te sientes al despertar.
Según el censo de 2017, aproximadamente 47 millones de personas mayores (de 65 años o más) viven en los EE.UU. En un estudio reciente, se descubrió que entre el 40 y el 70 por ciento de estas personas mayores experimentan problemas crónicos de sueño. Probablemente esté relacionado con el hecho de que esta misma población experimenta dolor crónico en sus áreas de cuello, hombros, espalda y cadera.
Para las personas mayores con problemas médicos, un colchón viejo y de baja calidad puede empeorar sus síntomas crónicos. También se estima que hasta el 50% de los casos de trastornos del sueño no se diagnostican, lo que significa que algunas personas mayores pueden no darse cuenta de que su colchón podría estar contribuyendo a sus dolencias.
A medida que envejecemos, aprendemos a soportar los pequeños dolores de la vida. Aunque hayamos evitado lesiones importantes y enfermedades crónicas, probablemente nos sintamos un poco rígidos de vez en cuando. «No pasa nada», pensamos, «es sólo una parte del envejecimiento».
El problema de esta perspectiva es que a menudo nos impide tomar las medidas necesarias que podrían ayudarnos a mejorar nuestro bienestar después de los 60. Esto es especialmente cierto cuando se trata de nuestro sueño.
Por ejemplo, debido a la forma en que se retrata el proceso de envejecimiento en las películas y en la televisión, muchos de nosotros tenemos la falsa creencia de que los trastornos del sueño son «normales» para los adultos mayores. Incluso podemos pensar que no necesitamos dormir tanto como antes. Al fin y al cabo, si seguimos necesitando entre 7 y 8 horas de sueño, ¿por qué nos levantamos a las 4:30 de la madrugada?
La verdad es que dormir mal no es una parte inevitable del envejecimiento. En mis otros artículos sobre el sueño, he hablado de los cambios dietéticos y ambientales que puede hacer para dormir mejor. Ahora, me gustaría hablar del mueble más importante de su casa: el colchón.
Cuando los médicos aconsejan el reposo en cama, los pacientes están confinados en ella. Hacer que los pacientes se sientan cómodos y relajados puede ayudarles a curarse más rápidamente. Sin embargo, el uso prolongado incluso de colchones de alta calidad puede provocar escaras, dolores de espalda, insomnio y úlceras por presión si los colchones son ordinarios.
Los colchones ordinarios pueden no mantener la presión, la fricción y el cizallamiento que califican las necesidades de un paciente encamado. No todas las empresas de colchones fabrican colchones pensando en los pacientes encamados, o que puedan sustituir a un colchón de cama de hospital.
El contacto continuo del cuerpo con la superficie del colchón reduce el flujo sanguíneo, especialmente si se está sobre un colchón firme que presiona los puntos de presión. El tumbado prolongado en la cama provoca una fricción contra la piel que puede provocar dolores.
Estas escaras y úlceras por presión pueden ser dolorosas y causar irritación en la piel. Un problema mayor puede surgir en forma de daños en los tejidos o en la piel. Por ello, no es aconsejable transigir con la comodidad y la calidad del colchón.
Los adolescentes tienen necesidades diferentes a las de los mayores en cuanto a tamaño y tipo de colchón. Las mujeres embarazadas tienen sus propias necesidades de colchón, al igual que los niños y las personas mayores. La clave para dormir mejor a lo largo de toda la vida es comprender que su colchón debe cambiar con su edad y su situación vital. Al igual que no hay un colchón que sirva para todos, tampoco hay un tipo de colchón que sea eterno y funcione en todas las etapas de la vida.
La mayoría de los expertos recomiendan evaluar el colchón en torno a los 5 ó 7 años. Esto no significa necesariamente que tenga que comprar un colchón nuevo, sino que simplemente piense si su entorno de descanso actual satisface sus necesidades ¿Es cómodo y está en buenas condiciones? ¿Hay desgarros, manchas o bultos que dificulten la relajación en un sueño profundo? Si no está a la altura, luche contra el impulso de exprimirle toda la vida. Recuerda que tu salud y tu sueño están en juego.
Los estudios demuestran que la mayoría de los estadounidenses son más que negligentes a la hora de actualizar sus colchones, lo que puede perjudicar su capacidad para disfrutar de los beneficios de una gran noche de sueño. Mientras que tu madre puede sentir nostalgia por mantener la cama que tenías desde que eras un niño, tú eres lo suficientemente mayor como para saber cuándo es el momento de dejarla ir. Para empezar, los colchones viejos tienen un serio factor de asco: la acumulación de sudor, células muertas de la piel y alérgenos.